Actualmente las terapias alternativas han tomado gran fuerza entre la población, una de ellas es la aromaterapia. Es fácil encontrar alguien que distribuya aceites esenciales y hable de los maravillosos beneficios que estos pueden traer para un sinfín de problemas de la vida moderna, pero, ¿qué dice realmente la ciencia respecto a esto?
Victoria Medina

La aromaterapia es un tipo de terapia alternativa en la que los aceites esenciales –extraídos de plantas, frutas o semillas– son los protagonistas. Estos aceites pueden ser utilizados mediante inhalación directa o indirecta con el uso de difusores, de aplicación tópica en masajes musculares, o incluso ingerirse aunque esta forma de uso no es la más recomendada.
Lo que se busca con el uso de estos aceites es mejorar la calidad de vida y potenciar la eficacia del tratamiento farmacológico, principalmente para padecimientos relacionados con dolor, ansiedad, estrés, insomnio, entre otros. Esto debido a que se han observado efectos sedantes, relajantes, antibacterianos y sobre el humor.
¿Cómo se logran estos efectos? Se cree que el mecanismo de acción que siguen los aceites esenciales está relacionado con la estimulación de los receptores encontrados en la nariz, los cuales, envían mensajes a través del sistema nervioso hasta el sistema límbico que es el encargado de controlar las emociones en nuestro cuerpo. Cada esencia generará una respuesta diferente en esta zona del cerebro y desencadenará un cambio en el estado de ánimo del paciente que puede ir desde la relajación y tranquilidad emocional hasta la activación cognitiva e incremento de energía.

Al ser una terapia alternativa no se han realizado suficientes pruebas que brindan un sustento científico a su utilización, pero en los pocos estudios que se han llevado a cabo se ha visto que sí existe un beneficio en aquellos que usaron la aromaterapia contra los que no la utilizaron. Algunos de los estudios realizados son masajes en pacientes con ansiedad, bienestar general en pacientes con cáncer, después de una cirugía o pacientes con diferentes malestares que se encontraban en terapia intensiva.
La aplicación de los aceites en la realización del protocolo de estudio fue realizado por personal de enfermería capacitado como parte del cuidado brindado al paciente, es decir, no sustituyeron los cuidados médicos sino que los complementaron con el uso de aromaterapia. Debido a esto no se puede asegurar que su uso disminuye los síntomas directamente o si es la disminución del estrés y ansiedad lo que provoca una mejora.

Entre los efectos secundarios que se han encontrado están la irritación de las mucosas nasales por la sobre exposición a los aceites o vapores de los difusores, cuando la aplicación es directamente sobre la piel puede presentarse urticaria y síntomas de alergia en la zona de aplicación. No se recomienda consumirlos pues no hay evidencia de beneficio y pueden quemar la mucosa del estómago, producir náuseas, intoxicación y daño interno.

Algunos de los aceites más utilizados es el de lavanda, manzanilla, árbol de té y cítricos, pueden usarse de manera individual o realizar diferentes combinaciones para tener un mayor rango de efecto. El más estudiado es el aceite de lavanda por sus efectos relajantes, que al compararlo con el uso de medicamentos para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.

Aunque es una práctica que ya se utilizaba en el antiguo Egipto, no existe mucha evidencia científica actual que respalde su eficacia, por lo que su uso como medicamento no está regulado o aconsejado por la FDA. Sin embargo, aunque muy pocos, hay estudios que respaldan su uso como un buen ayudante en el manejo de algunos padecimientos pero aún deben ser utilizados con precaución y vigilancia profesional pues las muestras han sido muy limitadas y todavía hay mucho que se desconoce.
Bibliografía
Bauer, B. (2017). ¿Cuáles son los beneficios de la aromaterapia? Mayo Clinic. Disponible en https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/consumer-health/expert-answers/aromatherapy/faq-20058566
Botello, M. Avello, M. García, M. Fernández, P. Beltrán, V. Jiménez, S. (2020). Usos terapéuticos de la aromaterapia con lavanda (Lavandula angustifolia): revisión integrativa de la literatura. Rev. iberoam. Educ. investi. Enferm. 10(1). [pp. 48-56].
Cooke, B. Ernst, E. (2000). Aromatherapy: a systematic review. British Journal of General Practice, 50. [pp. 493-496]. Disponible en https://bjgp.org/content/bjgp/50/455/493.full.pdf
Price, S. Price, L. (2012). Aromatherapy for Health Professionals. Elsevier Health.