Diseñadora de moda orgullosamente mexicana, que ha transformado y perseverado la industria textil en conjunto con comunidades indígenas de México. Carla Fernández desde pequeña se interesó en la moda y, junto con su padre viajó por comunidades indígenas observando los tejidos en la ropa tradicional, cuya admiración por la cultura mexicana la llevó a realizar un proyecto donde crea una opción sustentable en la que fusiona procesos artesanales para hacer un tipo de moda tradicional, contemporánea y vanguardista.

Fotografías de instagram.com/carlafernandezmx
Cada dos meses viaja con su equipo a diferentes comunidades indígenas para estudiar el “ADN” de sus textiles. Trabajan principalmente con mujeres de toda la República que bordan a mano, usando el mismo sistema de confección desde tiempos prehispánicos.
Uno de los objetivos del Taller Flora es heredar la versatilidad de la ropa indígena dentro de su lenguaje de diseño, con esto las artesanas logran aumentar su creatividad utilizando sus métodos. Carla apuesta por un tipo de moda más lenta, busca crear una escuela donde indígenas aprendan de ella y a su vez, ella aprenda de sus técnicas tradicionales de la herencia cultural de diferentes regiones de México.
Taller Flora tiene una forma especial de confeccionar ropa usando solo cuadrados y rectángulos para crear un tipo de prenda con figura geométrica, logrando una especie de origami textil mexicano. Dedicada a contar historias ocultas de México con cada una de sus prendas, muestra sus procesos más delicados como hacer telas con palos, tiñen textiles con lodo o bordan a mano, lo cual es importante para que el consumidor entienda lo que está comprando y pague el precio justo de las piezas. Para Carla es importante detener la extinción de las artesanías mexicanas, al mismo tiempo lograr que las artesanas puedan vivir de su trabajo, y que no tengan que emigrar a otras ciudades en busca de nuevas oportunidades de empleo.
La fundación ha dado la oportunidad a comunidades indígenas del país de ser partícipes de sus piezas únicas, con un toque cálido, rompe con el estereotipo mexicano, establece propias tendencias al crear diseños con raíces desde los tarahumaras hasta los mayas. El proyecto fue ganador del premio Príncipe Claus basado en Ámsterdam, que reconoce a los artistas que colaboran con la cultura y su desarrollo.
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Fernández dice que el futuro está hecho a mano; México es una superpotencia cultural y demuestra que se puede vivir de nuestras industrias creativas.
El Taller Flora cuenta con distintos proyectos como el taller de muñecos “Virus y bacterias” desarrollado en Chiapas, en el que se crean muñecos representando a diferentes microbios transmisores, en este taller se escoge una imagen y cada quien crea su muñeco dándole un toque único. Estos talleres van acompañados de pláticas de salud para mujeres y niños.

En conjunto también destaca el proyecto “Manual de la diseñadora descalza”, el cual explica cómo colaborar entre artesanos y diseñadores para obtener mejores resultados; contiene temas de costo, jerarquización de cadena productiva y creativa, sustentabilidad, pago justo, comercialización y promoción tanto en el campo como en la ciudad de los productos de diseño. El manual es bilingüe, tiene una página web y su acceso es gratuito, además de que incluye talleres.
Reconocida a nivel mundial, Carla Fernández toma las raíces mexicanas con respeto y le da el valor y la relevancia que se merece, llevando el nombre de México en alto; no solo por lo que ha logrado con su marca, sino también por la relación entre artesanos y diseñadores que demuestra que la industria de la moda no está peleada con las tradiciones indígenas. Sobre todo no le interesa lucrarse, al contrario lucha por los derechos de los indígenas, sobre todo generando trabajos a las comunidades en diferentes regiones de México
Excelente artículo!!!
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